107. El placer lo ha de ser todo en un momento en la vida. Me refiero al placer carnal, sin tener que rehuir o temer a las mesuras. Que no os avergüence el placer tangible.
108. No os llenéis la boca de propósitos: haré, iré, veré...por el contrario, es preferible tener en la basura algún que otro despropósito: intenté, quise, pretendí...No hay nada tan tóxico como la indolencia, ni más tonto que sentarse a ver el simple transcurrir de los días.
109. Si los besos se os escapan de la boca, sin puerto de acogida, ni dársena de vuelta, de nada sirven los bozales para labios, ni las cuerdas para el aire. No finjáis. PARAD.
110. Y si os roban los besos de la boca y os la quieren rellenar de palabras, escuchad el eco que producen, son como suspiros en una bóveda. Huecos. No finjáis. PARAD.
111. Decidme si hay algo que aúne más que el haber compartido el mismo seno materno. CUSTODIAD ese vínculo, tatuaje del alma, como el mayor de los bienes que habéis heredado.
112. ELOGIAD sin adular. Hay pocas cosas más sonrojantes para mi oído; socavará vuestro crédito.
113. SENTID la vibración de una orquesta sinfónica en una butaca de patio, primeras filas. Entenderéis qué es sinestesia. La música se palpa. Dejad pasar la mano de Brahms, por ejemplo, sobre una herida abierta. HACEDME caso, no escuece.
114. ESCRIBID a mano las cosas importantes. Si son realmente muy importantes, hacedlo a lápiz. A diferencia de la vida la escritura ofrece una segunda oportunidad (en forma de goma de borrar).
115. HACEOS fotos a intervalos regulares comparando vuestra mano con la de vuestros hijos...esas rayas que se os van ocultando por la interposición, foto tras foto, si hablarán de vuestra vida.
116. Siempre hay un momento y un plato para comer con los dedos. CHUPÁDLOS después, ¡no seáis remilgados, botarates!.
117. HACED alguna vez una fuga psicótica, sin identidad o fingiéndola, escaparos a cualquier lugar inopinado pero próximo a los alrededores de vuestra vida.
118. En la niebla el sol nace con especial lentitud. POSPONEDLO todo al mediodía. Esta instrucción es de extensa aplicación.
119. Veamos, REPETID conmigo: "adiós, si, adiós". ¿Veis?, se puede.
120. ABRID con generosidad el oasis de vuestra casa a nuevos invitados, pero sed selectos para no tener que fingir la misma bondad al despedirlos. Que no parezca que preferís que el hogar recupere -rápidamente- vuestro olor; pero si fuera así, TOMAD nota de quién y porqué, abrid las ventanas y cerradle definitivamente la puerta.
116. Siempre hay un momento y un plato para comer con los dedos. CHUPÁDLOS después, ¡no seáis remilgados, botarates!.
117. HACED alguna vez una fuga psicótica, sin identidad o fingiéndola, escaparos a cualquier lugar inopinado pero próximo a los alrededores de vuestra vida.
119. Veamos, REPETID conmigo: "adiós, si, adiós". ¿Veis?, se puede.
120. ABRID con generosidad el oasis de vuestra casa a nuevos invitados, pero sed selectos para no tener que fingir la misma bondad al despedirlos. Que no parezca que preferís que el hogar recupere -rápidamente- vuestro olor; pero si fuera así, TOMAD nota de quién y porqué, abrid las ventanas y cerradle definitivamente la puerta.
Nota fuera de instrucciones.
Salvo raras excepciones DISFRUTAD de los originales.