Foto de Angela Bacon - Kidwell
El río que nos lleva. Primera jornada.
El silencio es perfecto.
Morirse. Morirse sin que nadie lo sepa. Hacerlo con la frente hundida en la tierra, y los ojos y la boca y los oídos llenos de ortigas. En ausencia de todo. Nadie que llore al pie de la cama y acaso, algún chucho que olisquee mi soledad. Al caer la tarde el sol se batirá en retirada. Tras el murallón verdinegro de la montaña que se eleva desde mis pies -enterrados en el barro de la vera de este rio- hasta el páramo, el sol vendrá de nuevo a ocultarse. Nadie podrá evitar esta puesta de sol. El día y yo agonizaremos al unísono, completamente solos, apagadamente anónimos.
De tanto andar entre sombras, yo mismo me he convertido en una . Soy un espectro, una ilusión apenas proyectada, fija en este punto que me ata al suelo, creada por el sol del medio día, apuntalada desde mis zapatos en la tierra , hasta unas pocas pulgadas más allá de mi.
En el valle, un otoño ebrio de inercia dará paso a otro invierno más. Y ahí quedará mi corazón. En un paisaje ausente de todo, cargado de nada, de hielo, de silencio atronador. Esperando siempre una primavera de brotes y verdores. Esperando un ganado que venga aquí a pacer. Esperando.
¿A dónde se van los días, hijo? ¿a dónde?. Si no se oye nada.
El tedio se me ajusta al cuerpo como una mortaja. Sólo una vaga caricia de una brisa incierta golpea en mi frente y parece despertarme de esta melancolía.
Ando preso de una libertad absoluta. Soy el baluarte de mi mismo frente al tiempo. Mi único enemigo. Es la soledad, el último refugio inexpugnable de todo lo demás.
Nota Blogscriptum:
Estos días he pasado horas y horas hablando con el único habitante de la aldea Burgalesa en donde me escondo de todo cada cierto tiempo.
Ya me he referido a él en otras ocasiones.
De las largas conversaciones con Benja fui anotando por la noche frases sueltas que pronunció y que a mi me parece iban cargadas de un profundo significado. Las he recogido en amarillo.
Luego me he sentado a escribir...hola a todos. He vuelto.