Me gusta acercarme a la palabra a través de una buena imagen. La imagen por si sola en ocasiones no dice nada y es necesario complicarla, mezclarla con otros conceptos, injertarle tallos de palabras e ideas para encontrar analogías secretas entre esa imagen simple o compleja, eso da lo mismo, y las palabras.
Las asociaciones surgen afortunadamente solas y pasan de ser desapercibidas e insólitas a concretarse en afinidades que me inspiran.
De la distorsión de la realidad más aparente, proyectada en una imagen cotidiana, surge la magia que transforma la rutina en mi laboratorio de ideas.
Así nació desde el absurdo , que Blogscriptum ha utilizado una docena de veces.
Y así también ha sido hace sólo unos minutos cuando leyendo el periódico me he topado con esta imagen. Entonces he pensado en quién demonios será el tipo sentado en esa casa de campo, con una tacita de caldo caliente, que el publicista no se atreve a concretar en la fotografía y que sustituye con un monigote. Se me ha ocurrido que a lo mejor no es la mejor campaña de publicidad que se puede diseñar, porque a mi , por ejemplo, se me viene a la cabeza la imagen de más de un pelagatos sonriéndose por el planazo que diseñó para esta entidad, o bien regodeándose por el planazo que se diseñó para sí mismo o, a lo peor, descojonándose del personal que confió en "otro plan perfecto" que previamente le colaron "preferentemente".
En fin, que hay que reconocer el mérito del publicista, porque salvo que prometas en la campaña que diseñes para esta entidad una historia hecha real a la sombra de Grey o una noche con Kate Moss, me parece a mi que el plan perfecto no se lo vendes ya ni al tato.
Aquí os presento otro Plan perfecto. Atraco a las tres es la película (Nuevamente otra analogía para el absurdo), de atracos va la cosa.
Y así también ha sido hace sólo unos minutos cuando leyendo el periódico me he topado con esta imagen. Entonces he pensado en quién demonios será el tipo sentado en esa casa de campo, con una tacita de caldo caliente, que el publicista no se atreve a concretar en la fotografía y que sustituye con un monigote. Se me ha ocurrido que a lo mejor no es la mejor campaña de publicidad que se puede diseñar, porque a mi , por ejemplo, se me viene a la cabeza la imagen de más de un pelagatos sonriéndose por el planazo que diseñó para esta entidad, o bien regodeándose por el planazo que se diseñó para sí mismo o, a lo peor, descojonándose del personal que confió en "otro plan perfecto" que previamente le colaron "preferentemente".
En fin, que hay que reconocer el mérito del publicista, porque salvo que prometas en la campaña que diseñes para esta entidad una historia hecha real a la sombra de Grey o una noche con Kate Moss, me parece a mi que el plan perfecto no se lo vendes ya ni al tato.
Aquí os presento otro Plan perfecto. Atraco a las tres es la película (Nuevamente otra analogía para el absurdo), de atracos va la cosa.