Fotografía de Loic Guston
Historia segunda
El medium
En torno a la cabeza de cada persona que fotografío danzan verdes libélulas. Se detienen solo a veces; las más se disparan en un súbito vuelo , cambiando de sitio, de un lado al otro del pelo.
No escucho de su danza zumbido alguno, acaso aullidos, que a mí casi siempre me terminan pareciendo gemidos. Pienso que estos ruidos no son más que recuerdos, extrañas reencarnaciones del pasado, reverberaciones de otros. Duerme en cada yo al que disparo con mi cámara (sin intención de hacer daño) un perro o un reptil, vaya usted a saber, vencido por el nuevo yo, encarcelado por un nuevo cuerpo.
Solo a través de mi objetivo consigo romper las cadenas, liberarles de cables y tornillos, desanclarles de tensiones y presas, y entonces veo salir fieras, animales prehistóricos, o simples, bobas y domésticas bestias; inquilinos de un nuevo yo, de una casa distinta. Me gustan las auras brillantes que envuelven personas. Guardo mis álbumes de fotos como un atlas de fauna, lujosamente coloreado.