Tengo un ahijado fantástico. Habla muy deprisa, a veces no le entiendo, pero es que tiene muchas cosas en la cabeza y quiere mover la lengua a la velocidad de su cerebro y...no le sale.
Hace unos días me manda un wpp a las once de la noche (pobre, yo le contestaba a mis horas...)
Le he pedido permiso, tras enviárselo a él, para publicarlo en Blogscriptum.
Consejo para padres y padrinos, por si os hacen alguna preguntita de estas fáciles...
Aprender a ser
Apprehendĕre
Ya habrás consultado que la palabra aprender proviene de esta otra latina formada por dos prefijos, Ap(hacia) y prae(antes) y un verbo, hendere (atrapar, agarrar).
Desde el segundo uno de la vida el aprendizaje es continuo. Y viviendo, aprendemos a morir, que es el más difícil de los aprendizajes.
Desde que tomas la primera bocanada de aire cuando sales del seno materno lo haces porque has aprendido que, de no hacerlo, mueres. Existe pues un aprendizaje inconsciente que se relaciona mucho con lo vital. Pero aprendes también a comer y a llorar (por que sino lloras no mamas) y aprendes a levantarte y a andar. Vas “prendiendo” cosas para vivir, vas adquiriendo conocimiento vital.
La primera forma de conocimiento que utilizas es la de la experiencia(la vivencia). Porque lloro sé que me darán de comer y si sonrío me devuelven la sonrisa, el afecto, que es más grato que la mala cara o el desdén. La experiencia (experimentar: hacer y errar; hacer y acertar) es imprescindible para aprender.
La experiencia y la observaciónestán también relacionadas. Porque ves, imitas y repites y asimilas. Y si mi hermano mayor pide ayuda para comer y se la ofrecen, y yo lo observo, lo aprendo y lo repito, me ayudarán a comer. Estar despierto, con los ojos abiertos y observar mucho, es necesario para aprender. A abrir los ojos también se aprende pero te han de enseñar. No sólo es innato. Aprender a aprender.
Estudiar. Sin el estudio no hay aprendizaje posible. El porqué de las cosas es el principio del estudio. El conformismo o la ausencia de contra - argumentación de todo lo que ocurre a tu lado son los dos mayores enemigos del aprendizaje. Si no reflexionas sobre el porqué, entonces lo aprendido no se fija y se olvida. Dime sino, ¿Por qué te olvidas de algunas cosas?, porque las aprendiste de memoria, sin reflexión y sin lanzar la grandísima pregunta: ¿Por qué?
Pero me estás preguntando qué es lo más importante que yo he aprendido.
Yo soy (en orden cronológico, no de importancia): ciudadano, hijo, hermano, amigo, médico y padre.
Para cada cosa de lo que yo soy he tenido que aprender algo distinto, todo importante, todo imprescindible. Todo necesario para ser lo que soy.
Si quieres concreción te resumiré:
Para ser ciudadano he aprendido a respetar.
De mis padres, como hijo aprendí a amarilimitadamente, y eso es exactamente lo que transfiero a los míos y es el mayor de los dones y la mayor de las responsabilidades de un padre (y de un hijo): amar sin límites.
Como hermano aprendí a compartir, y eso es un don –también- más frecuentemente extendido entre los que somos hermanos.
Como amigo aprendí a escuchar. Un amigo, fundamentalmente escucha. Tu mejor amigo es tu mejor escuchante. Si sólo habla él, no es un buen amigo.
Como médico aprendí a decir: no lo sé. Eso me sirve a mí y a mis pacientes. Para ser un buen médico hay que estudiar mucho, pero no hay que saberlo todo. Estudiar mucho me da confianza, asumir que no lo sé todo, me ahorra sufrimiento. Decir a un paciente: no lo sé, te hace accesible, humilde y creíble. Evidentemente te obliga al estudio, para que no lo vuelvas a decir, pero puedes decirlo. Nunca des un argumento falso ni inventado a un paciente. Eso lo aprendí, nadie me lo dijo.
Pero al final de todo, no me has contestado Padrino: ¿Qué es lo más importante que has aprendido?
Pues sí Jorge, lo más importante que he aprendido es a ser.A ser como soy. Y no paro de aprender. Es un aprendizaje constante porque, por ejemplo, se aprende hasta el último día de tu vida (eso lo veo a diario en muchos ojos) Se aprende a morir.
A eso también se aprende.
Y no sé si te he ayudado, porque he de decirte además, que he aprendido muchas cosas, aunque muchísimas menos de las que he olvidado.
Un beso.